Carlos Suárez
Absolutamente impecable es la instalación que Carlos Suárez presenta en la Galería Adriana Suárez. Absolutamente impecables son las piezas que la componen, las fotografías de casas de una tipología tan sencilla que cualquiera de nosotros tenemos en mente, las pequeñas maquetas de esa misma morfología. Absolutamente clara es la intervención resuelta con el levantamiento de parte del pavimento de la sala y su sujeción posterior por estas pequeñas construcciones, ese tipo de evidencia que todos tenemos ante nuestros ojos pero sólo artistas como Carlos Suárez son capaces de analizar y poner al descubierto. Resultado de un simple gesto, el artista es capaz de dar forma a un relato lleno de reflexiones sobre una realidad tan cruda como preocupante en la que nuestra sociedad se encuentra envuelta en estos momentos, la sostenibilidad de un sistema, la burbuja inmobiliaria, la contradicción de qué debe de sustentar a qué, el mundo al revés, la necesidad de un techo bajo el que cobijarnos. Las dos fotografías utilizadas tienen una belleza extraña, meditadas en su composición, funcionarían como piezas aisladas y no perderían nada de su significado. A las pequeñas maquetas embutidas entre las láminas de parquet les ocurre exactamente lo mismo. Lástima que el espacio sea tan limitado, la propuesta hubiese merecido la ocupación de todo el espacio expositivo. El conjunto pues tiene la capacidad de amplificar significados, de subrayar el discurso y el posicionamiento personal, aspecto este último imprescindible en las prácticas artísticas actuales que, desde mi punto de vista, no pueden mantenerse aisladas y ajenas a lo que acontece, ensimismadas en ellas mismas. Ajimez Arte 20-11-2011 |