Sombras de luz
Carlos Suárez ha sembrado el bosque con grandes planchas de parafina que ha modo de lienzos recogen las sombras, delimitan el espacio y conducen la visión. La inestabilidad del material empleado añade la nota de fugacidad e indeterminación. Carlos Suárez liba con las estéticas de la pureza y lo efímero pero nunca tuvo colmena ni se emocionó con la dulzura de la miel. Su obra sobria, alejada del gregarismo, comulga en última estancia con la desaparición. Tiene una mirada vestida de añoranzas que cuando se desnuda se convierte en visiones que relatan como lo humano se enfrenta a territorios de soledad. Jaime Luis Martín 2003 (Texto del catálogo de la exposición colectiva “De tal arte tal astilla” Museo Barjola en 2003.) |